lunes, 23 de abril de 2018

HACIA LA "CUARTA" TRANSFORMACIÓN

Foto: EFE




En estas elecciones no son cinco personas las que aspiran a la silla presidencial, sino dos visiones de México distintas. Es casi como si lo que viéramos en el actual proceso electoral fuera un bipartidismo.

Cuatro de esos candidatos representan a una sola facción: la de “la continuidad, la tradición tecnócrata”. En sus representaciones más desviadas cobijan visiones de ultraderecha: son la cultura del “tener-para-poder-ser” aun si para conseguirlo se le niega el ser y el tener a los otros. La del pensamiento “¡vamos, capitalismo, tú puedes alcanzar un crecimiento incesante!” *Recuérdese que el crecimiento incesante no puede ser más que un cáncer y termina por matar al huésped donde crece, que en el caso humano es el planeta.

La otra visión, la de AMLO, si no diametralmente opuesta, sí representa una desviación de varios grados al timón de las políticas públicas, además de la necesaria sustitución del grupo de personas (o como se dice, de una #rotaciónderateros) que ha sido históricamente usufructuarias del control de los aparatos del Estado. Este “adueñarse” del gobierno para sus grupos, ha derivado en la corrupción, la ineficiencia y el poco desarrollo de nuestro país y los propios aparatos del Estado.

No será, sin embargo, la victoria de AMLO la panacea de ese cáncer, aunque se apresure a denominarlo la Cuarta Transformación. Debe ser apenas, en los seis años que le toque gobernar, el principio de una conciencia general: la de que debemos explorar una nueva concepción de Estado en colectivo. Esa concepción de Estado Mexicano es, asimismo, una nueva concepción del Individuo Mexicano en el entramado global.

Aunque el número es muy caprichoso, la idea de una “Cuarta” Transformación es razonable y urgente en la actual condición del país, desbordado por las condiciones de inequidad y desigualdad económica y cultural que desembocan en sus principales problemas: delincuencia e impunidad practicadas y normalizadas en todos los niveles del gobierno y la sociedad…

Esa idea, por sí misma, rebasa por mucho tanto las propuestas de los candidatos prianredistas como las acciones que sus gobiernos han emprendido siempre a medias, siempre más concentrados en encontrar el lado del negocio particular en las inversiones públicas (haciéndole honor al dicho de “no me den, pónganme donde hay”).

Ahora, una vez puesto nuestro voto no tanto en el hombre AMLO, sino en la vía de izquierda, ¿cómo llegar, desde nuestra postura individual, la postura individual de cada quien, a una Cuarta Transformación verdaderamente trascendente para la sociedad? 

No hay comentarios: